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Retrato de Efraín Calderón Lara, alias Charras, en el Centro de Estudios que lleva su nombre, en Mérida. |
Mérida, Yucatán
A Charras lo mató el odio en el Día del Amor, hace exactamente 41 años, y su muerte caló aún más porque ya estaba comprometido para casarse con Lupita, quien, para hacer aún más trágica la historia, era su novia de siempre: se conocieron cuando eran niños.
Pero no fue sino hasta que el escritor Hernán Lara Zavala decidió renunciar a lo que había sido, hasta ese momento su 'pasión' literaria, escribir cuentos, que el nombre de Efraín Calderón Lara, 'Charras', quedó inmortalizado en un libro.
No fue 'Charras', primera novela de Hernán Lara, una epopeya romántica, sino cruda y por dos razones: el escritor tuvo que hacer un lado la ficción y entrar de lleno a la investigación, al reportaje, y tuvo que revivir el dolor de aquellos días cuando se enteró de la muerte de alguien de su propia sangre.
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La última edición de 'Charras', novela en la que Hernán Lara Zavala mira a fondo las últimas horas de Efraín Calderón |
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Aunque la herencia de Efraín Calderón Lara, alias Charras, está prácticamente olvidada, quienes aún lo recuerdan ven en la recién terminada huelga de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), las huellas de la lucha sindical que emprendiera hace más de 40 años.
Con las debidas proporciones, porque entonces, a media década de los 70, las huellas fueron de balas incrustadas en los muros del edificio central, producto de choques entre policía y estudiantes cuando las protestas se elevaron de tono, tras la desaparición de quien se había convertido en defensor de las causas justas.
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Efraín Calderón Lara, cuando aún no era Charras. |
Pero de aquella lucha, la de 1974, no queda ni siquiera lo que alguna vez existió: el teatro universitario fue bautizado como "Efraín Calderón Lara"; hoy el recinto se llama "Felipe Carillo Puerto".
Lara Zavala todavía en 1997, 23 años después del cruel asesinato de Charras, cuando el escritor vino a Mérida para charlar en un coloquio sobre Juan García Ponce, recordaba, en entrevista con el periódico Novedades de Yucatán, lo fresco que aún estaba en la memoria familiar la vida y obra del extinto líder estudiantil.
Entonces, el escritor no tuvo miedo de catalogar el crimen de Charras como un asesinato político que antecedió a otros tantos (Luis Donaldo Colosio, José Francisco Ruiz Massieu o Juan Jesús Posadas Ocampo) que en dos o tres años antes había descompuesto al país entero.
Habló también de cuándo fue la última vez que vio al Charras, y de qué fue lo último que charlaron, de cuando Efraín le confesó que estaba a punto de casarse… (Lee aquí la entrevista completa con Novedades de Yucatán).
Con el pasar de los años, el libro “Charras” dejó de ser la única novela de Lara Zavala, pero no por eso menos entrañable, aun cuando no recibió los reconocimientos que "Península, Península" se granjeó desde que comenzó a circular.
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El lector quería una dedicatoria y el escritor prácticamente dejó todo lo estaba haciendo para escribirla.
Ahí, en la tierra que lo vio nacer, al igual que a su primo, Charras volvió a aparecerse. (La entrevista para Novedades de Campeche puedes leerla aquí).
Sin duda, al cumplirse hoy un aniversario luctuoso más de Efraín Calderón Lara, lo que no ha pasado de moda es el libro, hecho fundamentalmente a golpes de corazón, ese que no conoce de horarios ni de catorces de febrero ni de años: late exactamente igual todos los días...
De memoria
- Efraín Calderón Lara es originario de Hopechén, Campeche.
- Su fama pública cobra fama cuando, como estudiantes de Leyes de la Universidad de Yucatán, se involucra en la lucha por la defensa de trabajadores de varias empresas grandes.
- Fue secuestrado el 13 de febrero de 1974 y asesinado al día siguiente, el 14 de febrero.
- Por el homicidio fueron procesados varios funcionarios públicos incluido el director de Seguridad, José Felipe Gamboa Gamboa.
- El asesino material fue el teniente coronel Francisco Pérez Valdez, quien purgó pena por el asesinato.
(Las fotos que ilustran este texto están exhibidas en el Centro de Estudios "Efraín Calderón Lara", en Mérida, calle 38 por 35 y 37, colonia Jesús Carranza)
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